Elogio de la Impertinencia

Hoy he empezado a leer el libro cuyo título sirve de encabezado a este post: "Elogio de la Impertinencia", de Piergiorgio Odifreddi. Se trata de un ensayo de 2005, aunque su traducción al castellano es de 2010. El autor, licenciado en Matemáticas en Italia, EEUU y la ex-Unión Soviética, enseña Lógica en la Universidad de Turín y en Cornell University.

La razón que me lleva a mencionarlo aquí, y a hacerlo no habiendo hecho más que empezar su lectura, es que hace mucho tiempo que no he encontrado un libro cuya sola primera página ya suponga, de entrada, un aliciente tan claro para seguir leyendo. Hace ya muchos años, en otro orden de cosas y otro tipo absolutamente diferente de libro, ya me ocurrió algo semejante, aunque mucho más intenso, al iniciar la lectura del primer párrafo de L'Étranger de Albert Camus. Reproduzco a continuación dicho párrafo y trás él, las primeras líneas del libro de Odifreddi.



"Aujourd'hui, maman est morte. Ou peut-être hier, je ne sais pas. J'ai reçu un télégramme de l'asile: «Mère décédée. Enterrement demain. Sentiments distingués.»
Cela ne veut rien dire. C'était peut-être hier......." A. Camus


Y del libro "Elogio de la Impertinencia


"En 1848, mientras un impertinente espectro recorría Europa, el Vocabolario di parole e modi errati (Vocabulario de palabras y modos erróneos) de Ugolini declaraba: "Impertinente, por no perteneciente, no puede dudarse de su corrección; pero dado que en el uso más corriente se emplea impertinente por arrogante e insolente, conviene ser muy cautos al usarlo en el primer significado".


En cuanto a mí, considero la impertinencia como un buen modo, a veces el único posible, de afrontar los problemas de manera pertinente. Sobre todo en ámbitos como la política y la religión, en un periodo histórico que podríamos describir como la era de las "tres B": que no indican, como en el pasado, al trío Bach, Bethoven, Brahms, sino a la triada Bush, Berlusconi y Benedicto XVI.


Siento la impertinencia respecto a ellos y sus secuaces como un imperativo moral y civil, en los dos sentidos de Ugolini. Ante todo, como no pertenencia a una visión del mundo inspirada en la certeza de que, para decirlo en la lengua del nuevo papa, "Gott mit uns", "Dios está con nosotros"....."  P.Odifreddi. 


Cuando acabe de leerlo, trataré de volver a publicar mi opinión, ya general, sobre este libro.